Discriminación de los hombres ante las leyes de separación: Un debate pendiente

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Juan Carlos López Medina

Presidente Nacional APFS


En los últimos años, el debate sobre la igualdad de género ha generado numerosos cambios en diferentes ámbitos sociales, laborales y legislativos. Sin embargo, uno de los temas que continúa generando controversia es la situación de los hombres ante las leyes de separación y divorcio, particularmente en lo que respecta al acceso a ayudas sociales y económicas. Mientras que muchas normativas se enfocan en brindar apoyo a las mujeres en estos procesos, la realidad es que, en muchos casos, los hombres quedan desprotegidos, enfrentando una discriminación que rara vez se discute abiertamente.


La Invisibilidad del Hombre en el Proceso de Separación


Cuando se habla de separación o divorcio, existe una percepción generalizada de que las mujeres son siempre las partes más vulnerables. Esta narrativa ha influido significativamente en la creación de políticas públicas que buscan proteger a las mujeres, especialmente en lo referente a la manutención, custodia de los hijos y vivienda. Si bien es indudable que muchas mujeres han sido víctimas de una desigualdad histórica que justifica en gran parte este enfoque, el problema surge cuando se generaliza esta visión y se deja fuera a los hombres que también pueden estar en una situación de vulnerabilidad.


En el ámbito de la custodia de los hijos, las estadísticas reflejan una clara inclinación hacia las madres. En la mayoría de los casos, se otorga la custodia a las mujeres, dejando a los hombres en una posición secundaria como simples visitantes. Esta realidad no solo afecta a los padres, que muchas veces desean un papel más activo en la vida de sus hijos, sino también a los menores, quienes pierden la oportunidad de mantener una relación equilibrada con ambos progenitores.


Además, el sistema de manutención también suele estar sesgado. Aunque en los últimos años se han hecho avances en la legislación para fomentar la custodia compartida y una mayor equidad en la manutención, el sistema sigue favoreciendo a las mujeres como receptoras de ayudas económicas, incluso en casos donde los ingresos de ambos progenitores son similares o donde el hombre está en una situación económica más precaria. Así, muchos hombres se ven obligados a pagar pensiones que comprometen gravemente su estabilidad financiera, mientras que no cuentan con el mismo respaldo social para rehacer su vida tras la separación.


El Estigma de la Vulnerabilidad Masculina


Una de las razones clave detrás de la falta de ayudas para los hombres en estos casos radica en los estereotipos de género profundamente arraigados en nuestra sociedad. Históricamente, se ha asociado al hombre con el rol de proveedor, lo que ha llevado a la creencia de que, tras una separación, el hombre debe ser capaz de sostenerse económicamente por sí mismo sin necesidad de ayudas del Estado.


Este estigma no solo invisibiliza la realidad de muchos hombres que, tras una separación, enfrentan graves problemas económicos, emocionales y sociales, sino que también refuerza una visión obsoleta del rol masculino. En muchos casos, los hombres se ven privados de ayudas para acceder a vivienda, apoyo psicológico o asistencia económica, recursos que sí están disponibles para las mujeres en situación similar. Esto genera una sensación de abandono e injusticia en aquellos hombres que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y que, por el simple hecho de ser hombres, no reciben el mismo trato por parte de las instituciones.


Un Sistema Legal Desactualizado


Es necesario reconocer que las leyes que rigen los procesos de separación y divorcio fueron diseñadas en un contexto social muy distinto al actual. En el pasado, las mujeres dependían económicamente de sus maridos en muchos casos, lo que justificaba un sistema de protección para ellas tras una separación. Sin embargo, los roles de género han cambiado significativamente en las últimas décadas. Hoy en día, muchas mujeres trabajan y tienen independencia económica, lo que debería llevar a un replanteamiento de las leyes para que estas reflejen la nueva realidad social.


Un hombre que se separa y queda sin recursos económicos o sin la posibilidad de acceder a una vivienda digna no debería ser tratado de manera diferente a una mujer en la misma situación. Del mismo modo, los hombres también pueden sufrir consecuencias emocionales y psicológicas graves tras una separación, lo que subraya la necesidad de ofrecerles apoyo en estos aspectos.


Hacia una Verdadera Igualdad


Si bien la lucha por los derechos de las mujeres ha sido justa y necesaria, es importante que no se caiga en una discriminación inversa. La igualdad de género debe implicar la creación de un sistema legal y social que proteja tanto a hombres como a mujeres en situaciones de vulnerabilidad, sin importar su género. Esto incluye la creación de ayudas económicas, el acceso a vivienda, y el apoyo emocional para aquellos hombres que, tras una separación, se encuentran en una posición desfavorable.


Un enfoque más equitativo en las leyes de separación también debe abordar la custodia de los hijos de manera más equilibrada, reconociendo el derecho de los padres a participar activamente en la vida de sus hijos, siempre que sea posible. Asimismo, las ayudas sociales no deberían depender del género, sino de las necesidades reales de la persona afectada.


En conclusión, la discriminación hacia los hombres en los procesos de separación es un problema que sigue siendo invisible para muchos, pero que afecta profundamente la vida de miles de personas. La lucha por la igualdad de género no debería centrarse únicamente en un género, sino en la creación de un sistema más justo y equitativo para todos, independientemente de si son hombres o mujeres. Solo así podremos avanzar hacia una sociedad verdaderamente igualitaria.

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