La digitalización del crimen, permitiendo hacer ataques masivos desde países lejanos con una legislación laxa o inexistente en materia de ciberdelincuencia, o sin medios para tomar medida alguna, es la clave que destapaba el abogado penalista experto en derecho penal internacional Juan Gonzalo Ospina. El socio director de Ospina Abogados viajaba a Miami al encuentro anual de Leader League donde estaba invitado como ponente en la principal mesa de debate con el foco puesto en la realidad de la criminalidad en Internet.
Ospina, acompañado de algunos de los responsables de las más pujantes multinacionales, recuerda que “estos delitos solo es la transformación al mundo digital de las diferentes fases delictivas”, refiere el abogado quien señalaba en tres bloques los delitos.
Delitos contra el patrimonio: las estafas, blanqueo de capitales, y los delitos fiscales derivados de los ingresos online.
Delitos contra la intimidad personal: sexting.
Las extorsiones.
Pero en la adaptación de los delitos tradicionales hacía referencia especial al tráfico de drogas, que no solo realiza captación de mulas desde la red, sino que articula su organización de reparto de forma online. Curiosamente su despacho logró la absolución para un acusado de enviar pequeñas cantidades de droga por correo postal desde Colombia a España, pasando por Reino Unido previamente. El envío se realizaba tras el pago mediante criptomonedas, para así no dejar rastro posteriormente, aunque en el caso del defendido por Ospina Abogados pudieron demostrar que su cliente era una víctima más del sistema, ya que usaban sus datos sin ser consciente de ello tras un robo de identidad que la INTERPOL no pudo desmentir.
Otra tendencia que se citó por los ponentes fue el aumento del fraude online, que abarca desde la venta de productos falsos, estafas económicas basadas en sistemas piramidales o esquema Ponzi, o los falsos empresarios que atraen pequeños inversores en productos reales, pero de complicada gestión, con las criptomonedas o las opciones binarias como puntas del iceberg.
Tanto empresarios como abogados o políticos han coincidido en la importancia que ha adquirido en los últimos años el Derecho Penal Internacional, que debe poder articularse de una manera ágil pero “sin vulnerar los derechos de los ciudadanos” apuntaba Ospina, quien señalaba la ruina que afrontan muchos de sus clientes inmersos en un proceso de extradición, que lo considera “pérdida de recursos, y sobre todo un rodillo medieval para ejecutar la búsqueda del autor de un delito que en muchos casos en errónea”, como ha podido constatar por su propia experiencia logrando la paralización de extradiciones solicitadas por Marruecos, Estados Unidos o Brasil en el último año.
El evento, que cerró con una potente gala de premiación donde se destacaron alguno de los mejores abogados del mundo, ha reunido a 500 personalidades del derecho y 100 reconocidos empresarios al calor de su evento anual celebrado en el hotel Intercontinental de Miami donde han estado entre otros: Marta Colomar García, Antonio Enrico Agovino, Emily Cabrera, Rodrigo Gil, Stephan Wolke, Zamira Zapata Valdés, Andreas Krause o Philipe Kutschke.
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